TRIBUNA ABC INMOBILIARIO: ¿DONDE ESTAN LOS COMPRADORES DE VIVIENDAS?
¿DONDE ESTAN LOS COMPRADORES DE VIVIENDAS?
A día de hoy se hace necesario crear mecanismos de control y encontrar fórmulas que garanticen el acceso a una vivienda digna.
El que los poderes públicos no se hayan preocupado de promover las condiciones necesarias y de fijar las normas para hacer efectivo el derecho a una vivienda digna ha provocado una escalada desorbitada de los precios de la vivienda frente a los salarios en todo el territorio nacional. En diez años el precio de la vivienda se ha incrementado en más de un 250%, mientras que los salarios apenas se han incrementado por encima del IPC.
Es un hecho notorio el que los jóvenes tienen muy difícil el acceso a la vivienda teniendo que destinar cerca del 70% de su salario y del 50% en el caso de una pareja joven.
La reciente crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos ha incrementado aún más las dudas en el sector. La falta de liquidez que esta crisis ha provocado y la práctica desaparición de este tipo de hipotecas, está afectando negativamente a la ya de por sí maltrecha demanda de vivienda en Estados Unidos. Afortunadamente, en España se conceden pocas hipotecas de alto riesgo y el nivel de morosidad, aunque haya crecido recientemente, es muy bajo. Sin embargo, estas turbulencias financieras y su efecto en los mercados internacionales provocan la desconfianza en la economía por lo que menos gente se anima a endeudarse para comprar una vivienda.
Se prevé que si continúan subiendo a este mismo ritmo los tipos de interés, y el IPC, tendrán inevitablemente que disminuir los precios de la vivienda, dado que aumentará a tal extremo el endeudamiento familiar que imposibilitará el que muchas familias continúen viviendo en el que fue su hogar. Los propietarios tendrán que acceder a residencias más humildes para así hacer frente a sus elevados préstamos hipotecarios.
Otro de los problemas que impiden el acceso a una vivienda digna es la proliferación de viviendas vacías y secundarias que, en la mayoría de los casos, son mantenidas así con fines especulativos. En España a día de hoy nos encontramos con más de 6.442.896 viviendas vacías o secundarias que o bien no se usan, o bien se emplean con una intensidad reducida.
El que los poderes públicos no se hayan preocupado de promover las condiciones necesarias y de fijar las normas para hacer efectivo el derecho a una vivienda digna ha provocado una escalada desorbitada de los precios de la vivienda frente a los salarios en todo el territorio nacional. En diez años el precio de la vivienda se ha incrementado en más de un 250%, mientras que los salarios apenas se han incrementado por encima del IPC.
Es un hecho notorio el que los jóvenes tienen muy difícil el acceso a la vivienda teniendo que destinar cerca del 70% de su salario y del 50% en el caso de una pareja joven.
La reciente crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos ha incrementado aún más las dudas en el sector. La falta de liquidez que esta crisis ha provocado y la práctica desaparición de este tipo de hipotecas, está afectando negativamente a la ya de por sí maltrecha demanda de vivienda en Estados Unidos. Afortunadamente, en España se conceden pocas hipotecas de alto riesgo y el nivel de morosidad, aunque haya crecido recientemente, es muy bajo. Sin embargo, estas turbulencias financieras y su efecto en los mercados internacionales provocan la desconfianza en la economía por lo que menos gente se anima a endeudarse para comprar una vivienda.
Se prevé que si continúan subiendo a este mismo ritmo los tipos de interés, y el IPC, tendrán inevitablemente que disminuir los precios de la vivienda, dado que aumentará a tal extremo el endeudamiento familiar que imposibilitará el que muchas familias continúen viviendo en el que fue su hogar. Los propietarios tendrán que acceder a residencias más humildes para así hacer frente a sus elevados préstamos hipotecarios.
Otro de los problemas que impiden el acceso a una vivienda digna es la proliferación de viviendas vacías y secundarias que, en la mayoría de los casos, son mantenidas así con fines especulativos. En España a día de hoy nos encontramos con más de 6.442.896 viviendas vacías o secundarias que o bien no se usan, o bien se emplean con una intensidad reducida.
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